"No sabemos cuándo tendrá ya él la orientación o la capacidad de empezar a preguntar qué es lo que le pasó, o conectarse con la realidad. De lo reciente no se acuerda, no sabe qué desayunó o que comió, no sabe ni qué pasó ni dónde está, salvo que está en una clínica. Sin embargo, sabe su nombre, sabe que se dedica al fútbol, sabe cuántos hijos tiene, a sus hermanos y papás los llama por su nombre", explicó Duhart, quien estuvo a cargo de su evolución en terapia intensiva y hoy de su rehabilitación.
En conferencia de prensa, 24 horas después del trasladado de Salvador Cabañas a una clínica de Interlomas, en el estado de México, luego de que permaneció 37 días internado en el hospital Ángeles del Pedregal por un balazo en la cabeza, Duhart dijo que si bien el ariete paraguayo sigue desorientado, evoluciona satisfactoriamente en el aspecto físico.
"Todavía sigue desorientado, no sabe qué fecha es, pero de salud física está bien, ya lleva pocos medicamentos que le van a permitir seguir su recuperación en forma satisfactoria", señaló.
Duhart informó que seguirá estando al cuidado del futbolista en la fase de rehabilitación, aunque ésta se lleve a cabo en otra clínica.
"Yo lo doy de alta aquí (Hospital Ángeles) para ir a otro lugar donde va a seguir recibiendo terapia, yo sigo siendo responsable aunque esté en otro lado, lo seguiré visitando", indicó.
Acerca de la terapia que recibirá el goleador, Martínez Duhart señaló que será tanto física, como cognitiva y psicológica, aunque no se compremetió a fijar un periodo determinado para completar la rehabilitación.
"Según él vaya siguiendo un proceso, se puede dar que él esté en su casa recibiendo terapia cognitiva, aunque ahorita obviamente no va a poder regresar al fútbol. No hay periodo de tiempo para la rehabilitación, puede ser una semana, dos, puede ser un mes, o pueden ser cinco días", explicó.
El delantero paraguayo inició ayer martes su rehabilitación luego de permanecer en terapia intensiva desde la madrugada del pasado 25 de enero en el hospital Ángeles del Pedregal, ubicado al sur de la ciudad de México, a causa de un balazo en la cabeza que lo mantuvo al borde de la muerte.
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