Hace pocos minutos, miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios lograron dispersar una manifestación de más de 500 estudiantes de varias universidades, quienes iniciaban una marcha en el sector del Cable, en Manizales.
Los estudiantes se quejan por el incremento de 200 pesos en el valor del pasaje de busetas, buses, microbuses y el cable aéreo. Además, rechazan las rutas -que pasaron de 64 a 44-, sin "socialización entre la comunidad".
Otro de los puntos que no comparten es que las tarjetas inteligentes de PVC, que reemplazan el pago del pasaje en efectivo, escasean en varios puntos de la capital caldense.
Ayer, por más de 6 horas, cientos de personas salieron a protestar por los mismos motivos, situación que generó enfrentamientos con la fuerza pública y que al final dejaron 35 detenidos. También se decretó ley seca hasta mañana jueves a la medianoche. ¨
Protestas de ayer
Con enfrentamientos entre los ciudadanos y la fuerza pública transcurrió ayer en Manizales la protesta de 3.000 personas contra el Sistema Estratégico de Transporte Público (SEPT). La situación, que dejó 13 personas capturadas, obligó al alcalde, Juan Manuel Llano, a decretar ley seca hasta la media noche del jueves.
Las protestas se generaron porque la entrada en funcionamiento del nuevo sistema de transporte coincidió con un aumento de cerca del 17 por ciento (200 pesos) en el costo de pasajes de busetas, buses, microbuses y el cable aéreo. Los manifestantes también rechazaron el cambio de las rutas, pues de 64 se pasó a 44, sin "socialización entre la comunidad".
Pero la queja más recurrente fue el difícil acceso a las tarjetas inteligentes de PVC, que reemplazaron el efectivo para cancelar el pasaje, en los puntos de venta de la empresa Susuerte, que ganó la licitación para comercializarlas y recargarlas. Sin embargo, de acuerdo con funcionarios de Susuerte, las tarjetas de PVC se agotaron por culpa de la empresa vinculada al Transporte Integrado de Manizales (TIM).
Un grupo de manifestantes quemó llantas en los sectores de la plaza de mercado y del Parque Olaya. Entre tanto, en la zona de
Los Agustinos, un conductor de la empresa Socobuses tuvo que rogarle a la Policía para que lo dejaran mover su buseta porque temía que un grupo de manifestantes la apedreara. A otras busetas les pincharon las llantas.
Otro chofer narró que a su buseta se subieron dos hombres que destrozaron y arrancaron el validador de la tarjeta inteligente con la que se paga ahira el pasaje.
La protesta,promovida por estudiantes de la Universidad de Caldas y el Comité de Usuarios de Servicios Públicos, comenzó de forma pacífica a las 11:00 a.m. y mantuvo durante más de 6 horas colapsada la ciudad en diversos puntos.
En el sector de El Cable se presentó el primer altercado con la Policía. Los manifestantes ocuparon los dos carriles de la avenida, pese a que sólo les aprobaron usar el del sentido oriente-occidente. Incluso, entre los manifestantes hubo discusiones porque algunos no querían causar tantos traumatismos en el tránsito. Otros la emprendieron contra los periodistas.
Luego de ese primer incidente, la marcha transcurrió en relativa calma hasta el sector de Fundadores, cerca al centro de la ciudad, donde algunos de los protestantes se desviaron hacia la estación de El Cable. La Policía impidió que pasaran y ellos respondieron lanzándoles piedras. Durante unos 10 minutos hubo una refriega entre la fuerza pública y los manifestantes y la marcha prosiguió.
Los ánimos volvieron a caldearse en frente de la sede principal de Susuerte, empresa que comercializa las tarjetas inteligentes que reemplazaron el efectivo para cancelar el pasaje en el transporte urbano. Algunos manifestantes intentaron derribar las puertas de la sede de la empresa de juegos de suerte y azar, pero los vigilantes alcanzaron a cerrar las puertas. Sin embargo, la fachada del punto de venta fue apedreada y las puertas cogidas a patadas.
La situación más difícil se vivió en frente de la Alcaldía, en el corazón de la ciudad. En las ventanas de la Personería e Infimanizales quedaron las huellas de las pedradas que lanzaron los manifestantes.
Luego de un consejo de seguridad, comandado por el alcalde, Juan Manuel Llano, el propio mandatario agregó que la Policía y el Ejército "tomarán medidas drásticas" ante los hechos presentados durante la manifestación.
En Medellín taxis con GPS
Las disputas por una carrera y el extravío por algunas direcciones son problemas del pasado para la empresa de taxis Tax Andaluz, de Medellín, gracias a que es la primera en utilizar el Sistema de Posicionamiento Global (GPS).
El sistema, que se usa hace un par de meses en 200 taxis, permite a los conductores ver en la pantalla la cartografía vial, los lugares de interés aledaños y la posición exacta del vehículo en cualquier vía del área metropolitana, incluso en las zonas rurales.
El mecanismo funciona mediante una red de satélites a más de 20.000 kilómetros y tiene capacidad de determinar la posición de personas y objetos en la superficie. Según Jorge Iván Restrepo, conductor de un taxi, el GPS es la mejor herramienta para prestar un servicio más seguro, efectivo y rentable.
Los GPS son alquilados y cada conductor paga 120.000 pesos al mes. El aparato también registra las últimas 20 carreras y permite ver en qué zona hay pocos taxis.
Además, cuando el taxista tiene sospechas de un posible atraco lo reporta a través de un sistema secreto y rápidamente la Policía lo ubica. Esto permite que tanto pasajeros como conductores estén más seguros, ya que los trayectos son monitoreados.
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