Este, que confirma el fallecimiento de Simón Bolívar en la Quinta de San Pedro Alejandrino de Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830, estaba en una habitación del segundo piso de la Catedral Basílica de la capital del Magdalena.
La partida de defunción de Bolívar, un papel amarillento firmado por el presbítero José María Arenas, representa uno de los hallazgos más importantes de los últimos tiempos, no sólo por su valor histórico sino porque desmiente la versión del polémico libro La Carta que cambiará la historia, del historiador bolivariano Jorge Mier Hoffman. "El autor asegura de una manera arbitraria que Bolívar no murió en Santa Marta", dice el historiador plateño William Hernández Ospino, responsable del hallazgo del invaluable documento.
"La partida estuvo guardada durante mucho tiempo en una caja fuerte, calculo que más de 100 años, no creo que con mala intención sino con el deseo de protegerla, pero una caja fuerte no
tiene el clima adecuado para la conservación de un documento de 179 años", asegura Hernández.
Hernández lidera con el obispo de la Diócesis de Santa Marta, monseñor Ugo Paccini Banfi, un proyecto para la restauración del valioso documento.
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