A las 11:50 a.m. de este jueves (hora local) dejó el centro médico de Milán donde era atendido después de haber sido agredido el domingo en la noche por un hombre con problemas mentales.
Berlusconi salió en automóvil del hospital San Raffaele de Milán, saludó con la mano desde su interior a los periodistas que se agolpaban a la salida y se dirigió a su residencia en Arcore, a las afueras de Milán, donde tendrá que pasar 15 días de reposo total, según las recomendaciones médicas.
El jefe de Gobierno italiano prefirió no salir del carro, pero el vehículo en el que viajaba circuló muy despacio ante los periodistas para permitirle saludar con la mano.
Más de 50 periodistas y curiosos se habían reunido delante de la valla de entrada, a menos de 100 metros del edificio del cual partió el cortejo donde iba Berlusconi.
'Il Cavaliere' resultó herido el pasado domingo tras un mitin en la Plaza del Duomo de Milán, cuando una persona con problemas mentales le arrojó una de las estatuillas en miniatura de la catedral de la ciudad que se venden como recuerdo para los turistas.
El objeto metálico impactó en la cara del primer ministro y le produjo la rotura parcial del tabique nasal y de dos dientes, así como un profundo corte en el labio, que necesitó varios puntos de sutura.
En una de las arizónicas que rodea la mansión de Arcore, los seguidores de Berlusconi colgaron una gran pancarta en la que se lee: "Bienvenido a casa".
Según publicó este jueves el diario suizo 'Le Matin', Berlusconi acudirá en los próximos días a la clínica helvética de Gravesano "Ars Medica" para "borrar de su cara las heridas de la agresión".
La información, confirmada al diario por el alcalde de la localidad, Carlo Zoppi, no ha sido oficializada por la oficina de prensa del primer ministro italiano.
En esta clínica, Berlusconi se sometió en el 2003 a algunas operaciones de cirugía estética.
Por el momento, se han anulado todas las actividades previstas del primer ministro, como la rueda de prensa de fin de año, así como la visita el 25 de diciembre, día de Navidad, a L'Aquila, donde se iba a encontrar con algunos de los damnificados por el terremoto del pasado abril, que dejó al menos 300 muertos.
Las fuertes molestias que aún sufría ayer Berlusconi y su dificultad para alimentarse llevaron al jefe del departamento en el que se encontraba, Alberto Zangrillo, a prolongar su permanencia 24 horas más en el hospital.
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