Rivas, de 48 años, que trabajaba en el canal de televisión CNC y en las emisoras Voces de Occidente y Radio Guadalajara de Buga.
Rivas Quevedo fue asesinado poco después de terminar su programa televisivo Comuna L, detalló la Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper) en un comunicado.
Según testigos, el periodista fue atacado por "un sujeto de contextura mediana que ocultaba su rostro bajo un casco cerrado" de motociclista.
El criminal ingresó a la Funeraria Santa Cruz "y, sin mediar palabra, le hizo cinco disparos de pistola nueve milímetros al periodista, para, inmediatamente después, huir en una motocicleta (...) que lo esperaba con el motor encendido".
Fecolper añadió que recibió el testimonio del camarógrafo David Rodríguez, quien explicó que Rivas Quevedo, en el programa Comuna L, con emisiones los martes y los jueves, "abordaba todo tipo de temáticas mediante entrevistas a líderes comunitarios y políticos de la región, quienes respondían las inquietudes de la comunidad bugueña".
Rodríguez señaló también que el periodista asesinado "nunca comentó haber recibido amenazas en su contra".
Otro colega, Rodrigo Gómez, director del periódico El Noticiero, dijo también a Fecolper que Rivas Quevedo era un "periodista de comentarios agudos, que exigía compromisos concretos de las autoridades locales con la ciudadanía".
Tanto Fecolper como la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (Fepalc) condenaron el crimen de Rivas Quevedo, casado y padre de tres hijos, y exigieron a las autoridades "una investigación eficaz" que permita la captura de los autores materiales e intelectuales.
"Estamos cansados de ver caer a nuestros colegas por informar a sus comunidades ante la mirada pasiva de autoridades y ciudadanos", declaró Eduardo Márquez, presidente de Fecolper y director del Centro de Solidaridad de la Federación Internacional de Periodistas (FIP).
"Son ya siete nuestros compañeros asesinados en lo que va de año y solo hay un capturado; regiones enteras han perdido miradas críticas de nuestra realidad. Sin embargo, el Gobierno nacional intensifica su campaña internacional para vender las bondades de un modelo de protección a periodistas, ineficaz a todas luces", añadió Márquez.
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